Ayuda a digerir los alimentos y regula el sistema digestivo.
Consumir avena evita el estreñimiento y facilita el tránsito intestinal.
La avena impide que el colesterol pase al intestino, al mismo tiempo, también la fibra va barriendo los depósitos de grasa que se acumulan en las paredes de las arterias.
La avena es altamente recomendada para los diabéticos, puesto que su fibra soluble estabiliza los niveles de azúcar.
Es muy rica en proteínas, consumirla favorece la producción y el desarrollo de tejidos nuevos en el cuerpo.
La avena posee carbohidratos de absorción lenta, lo que permite un efecto de saciedad más prolongado y un mayor control de los niveles de azúcar en la sangre.
La avena posee una buena cantidad de calcio, lo que ayuda a evitar la desmineralización de los huesos.
Alrededor de 100 gramos de avena cubren el 40% de las necesidades diarias de vitamina B1.